martes, 1 de diciembre de 2009

Día mundial de la lucha contra el sida
Violencia y VIH en la pareja, el contagio silenciado
Entre las mujeres, es frecuente el contagio en el marco de relaciones estable, muchas veces violentas. Además, el 93 por ciento de las argentinas infectadas fue víctima de agresiones.
Relac: 4-->Multi: 0-->Patricia CraveroDe nuestra Redacciónpcravero@lavozdelinterior.com.ar
"A mí no me va a agarrar, si yo estoy todo el día cacerola adentro". Eso pronunciaba "La Ojos" cada vez que el VIH era tema de conversación. En el marco de una pareja estable, nunca había pensado que alguna vez iba a pasar a ser una de las 120 mil argentinos que conviven con el VIH. Sin embargo, en el año 2000, "La Ojos", tres hijos y 37 años, se enteró que era positiva. Se había contagiado en el lugar y de la manera menos pensada. En su casa, teniendo relaciones con su marido. "La Ojos" es el nombre con el que ella, hoy 46 años y la mirada luminosa, pide ser identificada en esta nota, en homenaje a una amiga detenida en La Perla. Prefiere no decir su nombre para evitar la discriminación de sus hijos. Son muchas las que como ella contraen VIH en su hogar, por relaciones extramatrimoniales de su pareja o el desconocimiento que tienen sobre su pasado. "La Ojos" supo que tenía VIH dos años después de divorciarse, cansada de la violencia y las agresiones de su esposo. "Fue un golpe muy duro. Si uno tuviese información al recibir el diagnóstico, no lo sentiría en el momento como una condena a muerte", asegura. La puerta de acceso. Las estadísticas no precisan la cantidad de contagios en una pareja, pero los especialistas aseguran que estos casos son frecuentes y suelen estar acompañados de otra realidad más silenciosa. Según la Fundación para Estudios e Investigación de la Mujer , el 93 por ciento de las mujeres con VIH padeció alguna vez violencia y el 38 por ciento fue víctima de agresiones sexuales. Romina Fascendini, de la ONG Perspectiva Social, asegura que la violencia física y sexual hacia mujeres es una "gran puerta de acceso al contagio del virus". Cuidado compartido. ¿Cómo pedirle a una pareja monogámica hacerse un análisis, siendo cuidadosos y sin caer en la paranoia? La ginecóloga Silvia Sanguino dice que lo aconsejable es al menos un test al año. "Hay que saber plantearlo. Para cuidarte y cuidarnos, debe ser la consigna", señala. ¿Pero qué pasa en el marco de relaciones violentas? "No tenemos herramientas para discutir una relación consentida o el uso del preservativo. Eso significa una pelea en muchos casos. Y a nivel social te enseñan que el hombre provee y la mujer no cuestiona", dice "La Ojos". Para ella, parte de la solución pasa por achicar la brecha "entre lo que se sabe y lo que se pone en práctica" sobre el VIH y por detectar el virus de manera temprana. Es que en Argentina la mitad de las personas que conviven con el virus aún no lo saben. Compromiso. Una bisagra. Así define "La Ojos" a ese momento en que un papel le reveló que tenía el virus. Nueve años después, está en pareja, sigue con el tratamiento y le pone el cuerpo a la lucha contra el sida, la desinformación y la discriminación. "Peleás con tu salud, la resistencia al cóctel de drogas y la ineficiencia del Estado. Cuando empezás a ver tanta inequidad, no podés seguir mirando para otro lado", asegura.

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